No acostumbro a escribir nada que no tenga que ver con el Sevilla F.C pero visto lo visto ayer tengo que escribir algo por lo menos para desahogarme porque después de presenciar como el considerado mejor entrenador del mundo (solo para los ultras mediáticos madridistas) le metió el dedo en el ojo al segundo entrenador del Barcelona, si estáis leyendo bien, el dedo en el ojo en un ataque por la espalda al más estilo barriobajero que pueda existir, algo que se ve poco por los estadios de futbol porque es una actuación ruin y mezquina de un personaje que lo único que está haciendo es un daño irreparable a su club y que si la directiva de dicho club no toma medidas, se podría convertir si no lo es ya en el club más odiado de España. Y es que este tipo de acciones lo único que hace es retratar al protagonista en cuestión porque ya se sabe que hay tensión en los banquillos pero hasta llegar a ese punto me parece un poco exagerada e injustificable la acción por mucho que algunos periodistas de Madrid mejor dicho del Madrid quieran defender la acción como el “látigo Serrano” que lo de este tipo es ya de risa después de llamar rata a nuestro Perotti ahora va y defiende la agresión de Mou.
Luego vino la reacción de Tito Vilanova que claro esta se tuvo que defender ante tal agresión y que solo fue una simple colleja y un leve empujón, pues creo que va a terminar como que Tito es el agresor en vez del agredido y todo por culpa de la prensa ultramadridista que defiende a capa y espada al técnico portugués.
Y me hago una reflexión que casi todos los sevillistas nos hacemos y es que si nuestro Cristóbal Soria es el que le mete el dedo en el ojo a Mouriño, pues mejor que le coja Dios confesado porque le puede caer una que lo puede llevar hasta la cárcel porque para la prensa ultramadridista su Mou es intocable pero el sí puede hacer las marrullerías que él quiera cuando y donde quiera.
Y ese es el doble rasero con que se miden las acciones en este país, porque siempre hay que defender al grande y discriminar al pequeño y eso siempre seguirá así por los siglos de los siglos.
Otra cosa seria que esa acción se hubiese producido en un partido de competición europea, entonces otro gallo cantaría porque la UEFA no es tan permisiva como el comité de competición de España y seguro que le metería mano al técnico portugués como ya lo hizo la temporada pasada por su acción contra el segundo entrenador del Barcelona. Y es que Europa a Mou lo tiene más que sentenciado y no le permiten pasar ni una, además está sancionado con una posible rebaja de dicha sanción por buen comportamiento, pues visto lo visto ayer si llega a ocurrir por ejemplo en un partido de Champions a buen seguro que la rebaja se convierte en un aumento del número de partidos de sanción.
Y dejando de un lado la acción del entrenador me voy a centrar en las entradas que realizaron anoche algunos jugadores más bien asesinos como son los jugadores Pepe y Marcelo.
Del primero que decir ya que la gente no conozca, anoche volvió a realizar entradas durísimas con muy mala leche y como siempre termino el partido y no fue expulsado, haciendo méritos para ello. Y del lateral brasileño decir que la entrada que hace a Cesc Fabregas es una entrada que le podía haber causado una grave lesión y fue roja clarísima pese a las protestas de los jugadores y del banquillo visitante y que fue lo que provoco la tangana que se montó posteriormente en la que hubo de todo con dos expulsados más y golpes y empujones por todos lados al más estilo “pressing catch”.
La dureza con la que se empleó el Madrid anoche rayo la legalidad y en alguna ocasión se pasó aunque no lo quieran reconocer porque con jugadores del tipo Pepe, Marcelo o Sergio Ramos no se puede esperar otra cosa. Si ese tipo de juego lo realiza por ejemplo el Sevilla F.C lo tacharían de juego sucio como ha pasado por ejemplo cuando Caparros era entrenador del Sevilla y tenía a jugadores como Javi Navarro o Pablo Alfaro que no había semana que alguno de ellos no fuera expulsado y con el consiguiente linchamiento por parte de la prensa de Madrid.
Y para terminar comentar el gesto feísimo que tuvo el Madrid al finalizar el encuentro, y que se fue a los vestuarios por orden del entrenador sin esperar sobre el césped a que le entregaran la copa al Barcelona en un gesto de no saber perder y eso creo que va en contra del señorio que quiere llevar el Madrid por bandera
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